A pesar de los disturbios y los retrasos, también se aprobó por vía aérea la reapertura de la frontera colombo-venezolana. El primer vuelo directo entre Caracas y Bogotá en casi tres años, operado por Turpial Airlines, aterrizó la tarde de este lunes en el aeropuerto Eldorado de la capital colombiana, con 36 pasajeros a bordo. Un hito esperado en el proceso de normalización de relaciones entre los gobiernos de Gustavo Petros y Nicolás Maduro se ha retrasado más de un mes.
La Carta Turpial de Venezuela, privada pero con vínculos con el ejército de la República Bolivariana, acompañará a Saten en el inicio de su primera operación internacional esta semana. Está previsto que el próximo miércoles despegue el primer vuelo Bogotá-Caracas de la aerolínea nacional colombiana, anunció el embajador de Colombia en la ruta Gas Venezuela – Barranquilla Armando Benedetti. Según su sitio web, Turpial vende un boleto de ida y vuelta Caracas-Bogotá por casi $500, mientras que Satena ha anunciado un boleto por alrededor de $300. “Es una gran satisfacción no tanto para el gobierno como para nuestro pueblo. Es un gesto más de hermandad y la posibilidad de que nunca más se cierren fronteras y conexiones aéreas”, dijo el hombre que restableció los lazos. en el comercio, la industria y el turismo, dijo Geman Umanya. “Después de tantos años de eternidad, este es un día de satisfacción con el hermano pueblo de Venezuela”.
La reanudación de los vuelos entre ambos países se ha retrasado al menos dos veces. Los gobiernos de Petro y Maduro acordaron inicialmente que el vuelo inaugural entre Caracas y Bogotá se realizaría el 26 de septiembre y sería operado por Conviasa. Ese avión nunca despegó. Las sanciones de Estados Unidos contra una aerolínea estatal venezolana incluida en la llamada lista Clinton obligaron a un cambio de planes. Washington usó su fuerza diplomática para detenerlo, y de hecho lo hizo, lo que no le cayó bien a Caracas. Los obstáculos que enfrentó Conviasa culminaron con la cancelación de Wingo Airlines, filial de Copa, que fue aprobada desde el 4 de octubre, y que había mantenido una ruta de Panamá a Venezuela. Los vuelos entre el aeropuerto Eldorado de Bogotá y el aeropuerto de Maiquetía, que da servicio a Caracas, tampoco despegaron. El Ministerio de Transporte de Colombia dijo que se espera que más aerolíneas vuelen entre las dos capitales, que están separadas por 1.400 kilómetros. Wingo, Latam y Avianca han expresado interés, pero aún enfrentan procesos comerciales, operativos y regulatorios complejos. A pesar de los obstáculos, Colombia y Venezuela comparten más de 2.200 kilómetros de fronteras anchas y porosas que se están reabriendo. El tráfico de carga en los puentes entre los dos países se ha reanudado gradualmente. Hace una semana, Petro y Maduro sostuvieron su ansiado primer encuentro en Caracas. Las capitales de los dos países se «normalizan gradualmente» tras años de diferencias irreconciliables bajo el liderazgo de Iván Duque, quien es el más ferviente partidario de Hugo Cha del fallido «asedio diplomático» de los herederos Wes. Poco a poco, las viejas disputas quedaron atrás.
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